La identidad visual necesitaba reflejar la autenticidad de los aromas haciendo hincapié en sus raíces mediterráneas. Por eso la marca, nacida en Barcelona, se impregna de rasgos modernistas tanto en su tipografía, como en sus recursos gráficos.

La colección, de aromas orientales, bebe de los códigos árabes, del pattern convertido en moucharabieh, de los colores azules y verdes y del oro.

Para la comunicación de esta colección jugamos con las cáusticas del cristal y con las sombras para conseguir esos efectos de luz mágicos a través del mosaico que transportan directamente a esos aromas especiados del norte de África.⁠